La alcaldesa quiere retomar la participación de los vecinos ante las reticencias de estos a ASAPME
El Ayuntamiento de Teruel está elaborando los pliegos para sacar a licitación la obra del edificio del antiguo Coam -proyecto que está dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi), financiado con fondos europeos Feder-, que incluirá el centro de día para las personas mayores del barrio, el centro social para las actividades de las asociaciones culturales de San León y una residencia de usos sociales. Este último equipamiento ha suscitado críticas entre algunos vecinos puesto que se había planteado que sería utilizado por la asociación Salud Mental Teruel (Asapme) y había personas que no estaban de acuerdo con esta decisión. La alcaldesa, Emma Buj (PP), explicó que en el pliego de condiciones no se especifica a qué entidad estará destinado este espacio y que va a trabajar para conseguir el mayor acuerdo político y vecinal.
“Mi prioridad es Asapme pero quiero lograr el mayor consenso en el Ayuntamiento y entre los vecinos. El proyecto tiene que ser queridos por los vecinos”, comentó la alcaldesa que se mostró convencida de que “hay tiempo suficiente de llegar a un entendimiento”.
Buj achacó al desconocimiento el rechazo que se ha generado la propuesta de uso como residencia de Asapme ya que esta entidad tiene pisos tutelados y no se ha producido ningún problema. También insistió en la necesidad de este recurso porque, de entre las personas con discapacidad, la de la enfermedad mental es “la que más invisibilidad sufre y tiene pocos recursos asistenciales”.
La presidenta de Asapme Teruel, Ana Belén Marco, confió en que este proyecto se pueda hacer realidad y lamentó el rechazo que se ha generado y que considera que no representa a todo el barrio. “Llevamos nueve años en al zona Universitaria, junto al Conservatorio, a la Arboleda y las Anejas y no habido ningún problema. A nuestro centro especial de empleo vienen empresarios de San León a pedirnos sus trabajos y jamás ha habido problemas”, comentó la responsable de la asociación que se mostró dispuesta a abrir sus instalaciones para que les visiten y comprueben la labor que realizan y quienes son sus usuarios.
Para Ana Belén Marco es importante lograr un consenso y por ello indicó que lo mejor es que empiece a trabajar ya, para que se logre un entendimiento con los partidos y con los vecinos.
La presidenta de Asapme advirtió que algunas declaraciones sobre este asunto que considera que están basadas en el desconocimiento, pueden ser muy perjudiciales para el colectivo de personas con enfermedad mental. “Nos preocupa que esta opiniones negativas y de rechazo afecten a los usuarios y a sus familiares”, afirmó.
La presidenta de Asapme recordó que el recurso que se plantea sería un residencia con 25 plazas, un porcentaje fijas y otro destinado a estancias temporales para atender situaciones puntuales, por ejemplo, cuando el cuidador principal tenga un problema médico que requiera su hospitalización. Asimismo, insistió en que se trata de un recurso muy necesario para personas del ámbito rural que, sin un lugar como este, no pueden acceder a otros recursos como terapias.
La presidenta de la Asociación de Vecinos de San León, Mari Marco, consideró que este es un tema “muy delicado” y que desde la asociación se quiere que estas personas estén bien atendidas y que ellos lo que han hecho ha sido trasladar al Ayuntamiento las quejas que recibieron.
Mari Marco explicó que el 16 de enero de 2019 fue la primera reunión en la que la alcaldesa les explicó que el proyecto incluía una residencia para Asapme y que, en cuanto salió en los medios de comunicación, acudieron a la asociación algunos vecinos (unos 50) que rechazaban la idea.
Miguel Ángel Soriano, también de la junta de la asociación, explicó que estas personas expresaron que “no le parecía el sitio adecuado”, porque había un parque próximo y porque no estaban de acuerdo en tener que convivir diferentes colectivos en el Coam. Soriano aseguró que San León es muy solidario y que de hecho la sede de Asapme está en este barrio.
La presidenta de los vecinos indicó que hay “inquietud” por la “falta de información” y se mostró dispuesta a que se haga una reunión con Asapme para que explique el proyecto a los vecinos.
Soriano señaló que más allá de la residencia de usos sociales, el malestar del barrio está también en el hecho de que llevan 30 años esperando este proyecto y cada vez se ha reducido más. “Nos dijeron que el centro de día sería como el de Santa Emerenciana pero ya no van a dar comidas, que habrá que ir a la residencia Rey Ardid, y tampoco habrá servicio de peluquería y podología”, comentó.
Además, la parte para actividades culturales se queda más reducida de lo que habían pensado en un principio